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Mario tenía carácter impulsivo que lo hacia reventar en cólera a la menor provocación.
La mayor parte de las veces, después de uno de estos incidentes, se sentía avergonzado y se esforzaba por consolar a quien había dañado.
Un día su consejero, quien lo vió dando excusas después de una explosión de ira, le entregó un papel liso.
Y entonces le dijo:
Estrújalo!!!
Asombrado, obedecio e hice una bola con él papel.
Luego le dijo: Ahora déjalo como estaba antes.
Por supuesto que no se puede dejarlo como estaba.
Por más que trató, el papel quedó lleno de arrugas.
Entonces el consejero hablo: "El corazón de las personas es como ese papel. La impresión que dejas en ese corazón que lastimaste, será tan difícil de borrar como esas arrugas en el papel. " Aunque intentemos enmendar el error, ya estará "marcado".
Por impulso no nos controlamos y sin pensar arrojamos palabras llenas de odio y rencor, y luego, cuando pensamos en ello, nos arrepentimos. Pero no podemos dar marcha atrás, no podemos borrar lo que quedó grabado. Y lo más triste es que dejamos "arrugas" en muchos corazones.
Cuando sientas ganas de estallar recuerda
"El papel arrugado"
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(Desconozco su autor)
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Mario tenía carácter impulsivo que lo hacia reventar en cólera a la menor provocación.
La mayor parte de las veces, después de uno de estos incidentes, se sentía avergonzado y se esforzaba por consolar a quien había dañado.
Un día su consejero, quien lo vió dando excusas después de una explosión de ira, le entregó un papel liso.
Y entonces le dijo:
Estrújalo!!!
Asombrado, obedecio e hice una bola con él papel.
Luego le dijo: Ahora déjalo como estaba antes.
Por supuesto que no se puede dejarlo como estaba.
Por más que trató, el papel quedó lleno de arrugas.
Entonces el consejero hablo: "El corazón de las personas es como ese papel. La impresión que dejas en ese corazón que lastimaste, será tan difícil de borrar como esas arrugas en el papel. " Aunque intentemos enmendar el error, ya estará "marcado".
Por impulso no nos controlamos y sin pensar arrojamos palabras llenas de odio y rencor, y luego, cuando pensamos en ello, nos arrepentimos. Pero no podemos dar marcha atrás, no podemos borrar lo que quedó grabado. Y lo más triste es que dejamos "arrugas" en muchos corazones.
Cuando sientas ganas de estallar recuerda
"El papel arrugado"
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(Desconozco su autor)
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Cuantas peleas y momentos dificiles entre las personas se podrían suprimir, de tenerse en cuenta algo así.
Cuanto dañamos con nuestras palabras al viento, dejando a veces que nuestro propio orgullo se envanezca, pensando lo buenos que somos o lo mucho que sabemos y creemos trasmitir con nuestras sentencias.
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Abu
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Ay la impulsividad cuantos disgustos acarrea. Y las marcas como dices quedan.
ResponderEliminarBss Abu
También circula por ahí uno de clavar una punta en una medera: aunque retires la punta, siempre queda el agujero...
ResponderEliminarAbu, infortunadamente, por mi carácter sanguíneo, he arrugado muchos papeles durante mi vida. ¡Cuán difícil es poner en práctica las buenas intenciones!. Sin embargo, lo importante es tener conciencia de las debilidades y trabajar día a día y sin descanso para mejorar. En esas estoy.
ResponderEliminarLas arrugas en el corazón pesan y mucho mi amiga,abrazos con sol.
ResponderEliminarMuy cierto, antes de pedir perdón, hay que pensarse lo que vamos a decir. Luego se quedan secuelas muy dificiles de curar. Es lo que tienen la ira y el ego.
ResponderEliminarBesos Abu.
Hola!!!!
ResponderEliminarAbu, como todas tus refecciones, estupendas, cuanto nos haces pensar es tal cual….Buena semana y un abrazo de oso.
Querida Abu: Cuando estamos indignados, cuando nuestra furia es grande y tratamos de volcarla en el primero que encontremos, deberíamos mordernos la lengua antes de empezar a vociferar, en esos casos, la mejor palabra, es aquella que queda por decir.
ResponderEliminarAbrazos en el corazón.
Kasioles
Mientras el dolor pasa triste-mente,
ResponderEliminarEl alma con su funda protegida,
Recoge de las penas día…día,
Llanto, olvido, compasión y amor latente.
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GRACIAS POR TU CARIÑO Y FELIZ DIA
BESOSSSSSSSS
MARINA
Qué bonito y certero símil nos traes entre la huella que deja la ira en el corazon y las arrugas en un papel. Es cierto, el daño que hacen nuestras palabras y nuestros actos quedan para siempre. Deberíamos pensar en esto a diario.
ResponderEliminarBuenas noches.
Es cierto amiga, la soberbia y la rabia a veces puede hacer un daño tan grande que ya no hay vuelta atrás, un buen ejemplo a seguir el del papel arrugado.Estupenda entrada.
ResponderEliminarHola Abu. Me ha parecido un ejemplo muy gráfico para darnos cuenta del daño que causamos a veces en las personas.Quizá con palabras no se hubiera entendido tan bien.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho esta moraleja.
Besos 1000.
Como muy bien dijo William Shakespeare, " Es mejor ser rey de tu silencio que esclavo de tus palabras", así no le hacemos daño a nadie...Un saludo...TONY
ResponderEliminarLas arrugas no se quitan nunca, lo mas, disminuyen algo...
ResponderEliminarBesitos y salud
Abue una reflexión que se debiera llevar impresa en la mente en todo momento!
ResponderEliminarLas marcas son imborrables.
Buen día abue
Un abrazo
Saludos Abue, Buena historia.
ResponderEliminarNos pasamos de list@s y con ello hacemos daño a veces irreparable..... el ser humano es muy dañino con su especie, ya podiamos aprender de algunos animales en su protección. Besos abuela
ResponderEliminarEs cierto que algunas veces nos encontramos en circunstancias comprometidas,pero si reconocemos nuetros fallos, es una buena señal para intentar corregirlos. EL "saber pasar página" a tiempo,
ResponderEliminares muy saludable y nos hace fuertes.
Un abrazo.
Abu: Muy hermoso mensaje. Ante un ataque de ira, contar hasta diez a veces es bueno, y mientras contamos pensar en las heridas que dejarán nuestra palabras. Es un ejercicio difícil, pero tan efectivo como ver el papel arrugado.
ResponderEliminarSiempre es muy grato visitarte.
Cacriños
Muy sabia reflexión,siempre hay que sensarselo dos veces,un abrazo.J.R.
ResponderEliminarHola Abue. Estoy cumpliendo mi primer año del blog. Te espero con torta y mates(por supuesto) jajajaja.Un besote.-
ResponderEliminarlo aconsejable en todo tiempo y lugar es no dejarse llevar por los impulsos. Al menos, no solo por ellos, claro está. suele traer malas consecuencias.
ResponderEliminarAsí, hay que aprender, y aprehender, que contar hasta seis. Respirar hondo. Resoplar una vez profundo y decirse par nuestros adentros: 'Cuidadín, cuidadín, y calma chicha...' Eso es.
Muy bien tu entrada, Abuela Cyber...
Un abrazo, de esta (así me llaman mis hijos)'abuela misil'
Hola Abu! muy cierto lo que nos transmite esta historia.
ResponderEliminarAy esos impulsos que mal nos hacen.
Gracias por compartirlo.
Saludos y buena semana;)
Hay personas que les falta sentir la adrenalina de la ira, se vuelve un vicio el estar hiriendo a los demás, aunque después se arrepientan las huellas quedan. Besos Martha.
ResponderEliminar¡Cuanta razón cuentas en tu cuento!
ResponderEliminarUn saludo.
Si mi querida Abu.
ResponderEliminarNo nos damos cuenta de que los pensamientos y deseos son energía activa, hay que tener mucho cuidado en lo que se piensa, lo que se desea y sobre todo lo que se dice, una vez dicho...dicho se queda.
Un abrazo.
Ambar.
Me gustaría no dejar nunca arrugas en el corazón de nadie. Un abrazo querida abu
ResponderEliminarQue siempre te rodeen
ResponderEliminarLa belleza de los arboles
Y las flores.
Con todo mi cariño un abrazo
Marina
Hola Abu, cuanta razon. A veces debemos contar hasta 10 antes de hablar, y asi se nos van esos impulsos.
ResponderEliminarSaludos.
Cierto muy cierto,
ResponderEliminarmás vale siempre prevenir.
Un abrazo.
Hubo alguien cercano que reaccionaba así, era un horror, luego se desvivía en disculpas...... y volvía a lo mismo una y otra vez. Es duro para los que lo debemos soportar y si, dejan marcas en el corazón
ResponderEliminarBesos
Hay que pensarla dos veces o cien, antes de decir o hacer algo que hiera. Besos.
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