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El Cuento de la Fresa
Un rey fue hasta su jardín y descubrió que sus árboles, arbustos y flores se estaban muriendo.
El Roble le dijo que se moría porque no podía ser tan alto como el Pino.
Volviéndose al Pino, lo halló caído porque no podía dar uvas como la Vid.
Y la Vid se moría porque no podía florecer como la Rosa.
La Rosa lloraba porque no podía ser alta y sólida como el Roble.
Entonces encontró una planta, una Fresa, floreciendo y más fresca que nunca.
El rey preguntó:
—¿Cómo es que creces saludable en medio de este jardín mustio y sombrío?
—No lo sé.
Quizás sea porque siempre supuse que cuando me plantaste, querías fresas.
Si hubieras querido un Roble o una Rosa, los habrías plantado.
En aquel momento me dije: "Intentaré ser Fresa de la mejor manera que pueda."
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Ahora es tu turno.
Estás aquí para contribuir con tu fragancia.
Simplemente mírate a tí mismo.
No hay posibilidad de que seas otra persona.
Podéis disfrutarlo y florecer regado con tu propio amor por tí, o podéis marchitarte en tu propia condena...
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(Autor:Jorge Bucay)
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Narracion corta pero que me gusta por los sentires profundos que nos enseña a descubrir.
Aceptarnos creo que es el primer paso, luego iremos transitando creo yo, más comodamente por la vida.
Pienso que hay muchos que se complican con tantos deseos de aparentar lo que no son.
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Abu
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Conmovedor.
ResponderEliminarabrazo.
Lo que no entiendo es por qué esas malas enseñanzas (las de empeñarse en ser lo que uno no puede ser) se suelen transmitir de padres a hijos. Bueno, que prefiero no entenderlo. Bss y cariñitos a Mushi.
ResponderEliminarMUCHAS GRACIAS POR COMPARTIR.
ResponderEliminarBESOS
Ahí a la fresa le llaman frutilla como en Argentina ¿No?
ResponderEliminarNo estoy seguro...
Besos y salud
Me encanta este cuento y la enseñanza que nos deja Abu! Gracias por compartirlo. Besitos para ti!!
ResponderEliminarCierto y a la vez es un sofisma.
ResponderEliminarGrandes esp'iritus se recrean en base a no aceptarse por igual.
Ando sin acentos, y no hallo como regresarlos abue querida.
Supongo que es una cuestión de autoestima.
ResponderEliminarPrecioso, me encanta Jorge Bucay y sobre todo que tu lo hayas elegido y nos hagas una sabia reflexión de lo que nos quiere transmitir el autor. GRACIAS. Besos.
ResponderEliminarChary.
Buenos días desde estas lejanas tierras, parece que casi me pierdo dos bellezas de las que a diario nos regalas.
ResponderEliminarBendito sea tu humor que nos regala sonrisas, y si, la nobleza tiene la profundidad necesaria para soportar los rigores del paso del tiempo, la nobleza se alimenta y crece con la verdad, el respeto y la seguridad de siempre saber ser y estar.
Hayyyyy, las fresas, una plantita que crece a ras del suelo, nos regala una olorosa y sabrosa fruta, sin pretensión alguna, puede estar satisfecha de ser fresa, Un buen ejemplo, para no querer ser más que lo que somos.
Un gran abrazo Abu.
Ambar
Una buena enseñanza para hacernos un poco más humildes.
ResponderEliminarNadie es más grande que otro por tener más posesiones. Como dice un refrán: No es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita.
Feliz día.
Un abrazo.
Y de decir cosas que no se sienten para contentar al que escucha, menos mal que los años no hacen sabios
ResponderEliminarBssss
Abu, me hiciste recordar el cuento cruel de Augusto Monterroso acerca de la rana que quería ser la mejor rana y tener, cómo no, las mejores ancas de rana del mundo (se ejercitó para ello) para inmolarse luego en un suculento plato de ancas de rana, y así lograr que los comensales alabaran la calidad de sus ancas de rana. Los comensales, sin embargo, dijeron que, en efecto, el plato estaba delicioso, que parecía pollo.
ResponderEliminarCada uno de nosotros debe crecer de acuerdo con sus posibilidades. Eso sí, no quedarse estancado, siempre tratar de superarse.
ResponderEliminarBesosss
Estupendo!
ResponderEliminarEn pocas palabras dice mucho
Besos
Las malas costumbres a pesar deesfuerzos de mayores prenden en lsomenores....
ResponderEliminarEsas fresas... esas fresas... aqui del otro lado del charco frutillas.
Además agradecerte tu visita
dciendo:
Ha querido propiciar mi destino
Encontrarte en mi camino
A través de un espacio singular,
Dónde anidan gentes sabias,
Inteligentes, con dones,
Alegres, vitales, generosas,
Solidarias,
Que hacen un culto
De la amistad.
Por ello quiero
Dejar en mi huella
Un cofre con cariño
Para cuando nadie te abrace.
Mi mano extendida
Para cuando no tengas apoyo.
Mi mirar
Para cuando no puedas ver.
Y mi amistad verdadera
Cuando el horizonte
Se presente nublado.
Porque hoy decidí
Dejar mi huella
Con abrazo a puro sentir
Y celebrar en paseos
La amistad
En agradecimientos
De habernos encontrado
Con promesa de estar!
Dejo mi huella
Junto a una invitación
A mis blogs
Dónde te esperan
Decires y Premios
Poemas Y Reflexiones,
Arte y Recetas
Y un Mate
Criollo Y Compañero
Como símbolo de amistad.
Un Cariño
Tuya
María del Carmen
www.panconsusurros.blogspot.com
Y de ahí a viajar por mis otros blogs.
gmariadelcarmen28@yahoo.com.ar
Que importante es saber que se quiere y ser convincente con uno mismo con lo que se elige...
ResponderEliminarAbrazo grande, grande.
Es verdad me gusto mucho acaba como tiene que ser cada uno hemos de aparentar lo que somos incluso es mejor menos y despues puedes dar sorpresas
ResponderEliminarbesos mi querida amiga
Marina
Es muy bonito Marta.Somos lo que somos y así hay que aceptarlo y vivirlo intensamente.
ResponderEliminarUn abrazo y mi cariño.
Hola! Buscando imágenes por la red, di con tu espacio. Cuando me puse a leer tus entradas descubrí que eras uruguaya y hurgé en tu blog con más entusiasmo.
ResponderEliminarHermoso sitio, te sigo y te dejo un fuerte abrazo desde el mismo sur, nuestro bendito Uruguay!
Cada uno tenemos nuestras propias cualidades, verdad? Gracias por este sabio cuento.
ResponderEliminarUn besito.
Perdona Marta, esa "Carolina Haus" es Carolina de "cisnesyrosas", es que me distraje y entré con otra sesion.
ResponderEliminarUn abrazo.
No hay nada como ser uno mismo, cuanto meno pese la mochila, mucho mejor.
ResponderEliminarBesos Abu.
Dos cosas que nunca debemos olvidar la bondad y el ser autenticos.Buena enseñanza,un abrazo.J.R.
ResponderEliminarLo bueno Abue es que tu y yo somos abuelas.
ResponderEliminarBesitos.
Una sabía reflexión, Tenemos que ser lo que somos y no aspirar a ser otra cosa. Eso si la mejor fresa posible en vez de un albaricoque chuchurrío.
ResponderEliminarBss
P.D.
Ya estoy de vuelta:-)
Abue que buena historia. No conviene intentar ser otra, aceptarnos como somos, a veces lleva años, pero al hacerlo ganamos en salud.
ResponderEliminarUn abrazo.
mariarosa
Muy buena enseñanza la de este cuento; no lo conocia. Gracias por compartirlo, debemos aceptarnos lo primero y siempre ser uno mismo...
ResponderEliminarUn abrazo.
Cierto abu, no hay mejor cosa que aaceptarse y quererse cada uno como es y a partir de ahí aceptar a los demás. Bello relato. Un ab
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