• No se educa a las personas para ser felices. Ahora es más necesario que nunca buscar la felicidad, porque estamos viviendo un verdadero síndrome de enfermedades mentales.
• La felicidad no depende tanto de lo que se tiene o lo que se es, ni tampoco es sinónimo de comodidad ni confort.
• La felicidad es una actitud mental, la actitud de disfrutar de lo que se tiene en cada momento, sea mucho o poco; la actitud de apreciar el propio entorno en paz; la capacidad de amar y amarse a uno mismo.
• Cuando uno es feliz tiene muchos momentos de plenitud, de goce intenso, y cuando éstos se van, se queda en paz, tranquilo, estable... hasta el próximo momento de goce intenso.
• El estado de ánimo de una persona feliz oscila entre lo bueno y lo muy bueno. Es difícil, pero no imposible, tratar de lograr el equilibrio suficiente y hay que saber cómo encontrar el punto exacto para descubrir que uno está muy bien.
• Nadie está en un estado de euforia todo el tiempo; eso no sería natural. Pero cuando el estado anímico oscila, por lo general, entre lo bueno y lo muy bueno, uno siente que no necesita más. Eso se acerca mucho a la felicidad.
• El bienestar económico no es sinónimo de bienestar emocional y plenitud. La felicidad discurre más por los circuitos de la mente de cada persona que por factores externos.
• La felicidad es una actitud mental que no depende mucho de las circunstancias externas: nadie puede dársela a uno. Ni siquiera un psicólogo. El profesional puede ayudar a que uno cambie de mentalidad, pero en realidad es algo que debe hacer uno mismo.
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Fuente:web:Frag.reseña del libro del psicologo Rafael Santandreu .
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Tal vez los padres no tienen tiempo, a los abuelos se los tacha de antiguos y los niños al ir dejando su inocencia en los jirones de la vida van perdiendo esa capacidad de ser felices.
Convirtiendose luego en jovenes adultos corriendo detras de quimeras , en vez de realidades.
Para donde se mire los libros de ayuda espiritual encuentran amplio lugar en los anaqueles de las librerías.
Y ya desde niños se los envia a los psicologos, como si ellos tuvieran todas las respuestas y el don de cambiar la realidad.
Por suerte se ven seres que se despiertan y siembran la importancia de los valores reales, no los ficticios que la sociedad moderna mercantilista trata de imponernos.
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Gracias Amig@s por siempre estar!!!!!!!!!!
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Abu
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