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(Jardín Botánico Japón)
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El mejor guerrero
Cerca de Tokio vivía un gran samurai ya anciano.
Se dedicaba a enseñar a los jóvenes y, a pesar de su edad, corría la leyenda de que todavía era capaz de derrotar a cualquier adversario.
Cierta tarde, un guerrero conocido por su total falta de escrúpulos, apareció por allí. Era famoso por utilizar la técnica de la provocación. Esperaba a que su adversario hiciera el primer movimiento y, dotado de una inteligencia prologada para reparar en los errores cometidos, contraatacaba con velocidad fulminante.
El joven e impaciente guerrero jamás había perdido una lucha. Con la reputación del samurai, se fue hasta allí para derrotarlo y aumentar su fama.
Todos los estudiantes se manifestaron en contra de la idea, pero el viejo aceptó el desafío.
Juntos, todos se dirigieron a la plaza de la ciudad y el joven comenzaba a insultar al anciano maestro.
Arrojó algunas piedras en su dirección, le escupió en la cara, le gritó todos los insultos conocidos, ofendiendo incluso a sus ancestros.
Durante horas hizo todo por provocarlo, pero el viejo permaneció impasible. Al final de la tarde, sintiéndose ya exhausto y humillado, el impetuoso guerrero se retiró.
Desilusionados por el hecho de que el maestro aceptara tantos insultos y provocaciones, los alumnos le preguntaron:
- ¿Cómo pudiste, maestro, soportar tanta indignidad?
¿Por qué no usaste tu espada, aún sabiendo que podías perder la lucha, en vez de mostrarte cobarde delante de todos nosotros?
El maestro les preguntó:
- Si alguien llega hasta ustedes con un regalo y ustedes no lo aceptan, ¿a quién pertenece el obsequio?
- A quien intentó entregarlo -respondió uno de los alumnos-.
- Lo mismo vale para la envidia, la rabia y los insultos -dijo el maestro-. Cuando no se aceptan, continúan perteneciendo a quien los llevaba consigo.
(desconozco el autor)
(Gracias Lil por este email)
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Como siempre digo queridas Amigas y Amigos, los años no vienen solossssss, traen muchos regalos.
Saberlos apreciar va en nosotros.
Lástima que en algunas culturas se les tenga a los "viejos" como no capaces, como seres invisibles, muchas veces culpables de los males actuales.
Que pena!!!!!
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Regresando de las vacaciones ( que para mi fueron desconectarme de muchos habitos del diario vivir) Y, con el ser acostumbrándose a tanto calor, soy de otra época ja ja!!!!
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De lo que si continuo de mis días de vacaciones es con la lectura, aprecio mucho tener en mis manos libros y percibir como desde sus lineas surgen hermosos momentos.
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Cerca de Tokio vivía un gran samurai ya anciano.
Se dedicaba a enseñar a los jóvenes y, a pesar de su edad, corría la leyenda de que todavía era capaz de derrotar a cualquier adversario.
Cierta tarde, un guerrero conocido por su total falta de escrúpulos, apareció por allí. Era famoso por utilizar la técnica de la provocación. Esperaba a que su adversario hiciera el primer movimiento y, dotado de una inteligencia prologada para reparar en los errores cometidos, contraatacaba con velocidad fulminante.
El joven e impaciente guerrero jamás había perdido una lucha. Con la reputación del samurai, se fue hasta allí para derrotarlo y aumentar su fama.
Todos los estudiantes se manifestaron en contra de la idea, pero el viejo aceptó el desafío.
Juntos, todos se dirigieron a la plaza de la ciudad y el joven comenzaba a insultar al anciano maestro.
Arrojó algunas piedras en su dirección, le escupió en la cara, le gritó todos los insultos conocidos, ofendiendo incluso a sus ancestros.
Durante horas hizo todo por provocarlo, pero el viejo permaneció impasible. Al final de la tarde, sintiéndose ya exhausto y humillado, el impetuoso guerrero se retiró.
Desilusionados por el hecho de que el maestro aceptara tantos insultos y provocaciones, los alumnos le preguntaron:
- ¿Cómo pudiste, maestro, soportar tanta indignidad?
¿Por qué no usaste tu espada, aún sabiendo que podías perder la lucha, en vez de mostrarte cobarde delante de todos nosotros?
El maestro les preguntó:
- Si alguien llega hasta ustedes con un regalo y ustedes no lo aceptan, ¿a quién pertenece el obsequio?
- A quien intentó entregarlo -respondió uno de los alumnos-.
- Lo mismo vale para la envidia, la rabia y los insultos -dijo el maestro-. Cuando no se aceptan, continúan perteneciendo a quien los llevaba consigo.
(desconozco el autor)
(Gracias Lil por este email)
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Como siempre digo queridas Amigas y Amigos, los años no vienen solossssss, traen muchos regalos.
Saberlos apreciar va en nosotros.
Lástima que en algunas culturas se les tenga a los "viejos" como no capaces, como seres invisibles, muchas veces culpables de los males actuales.
Que pena!!!!!
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Regresando de las vacaciones ( que para mi fueron desconectarme de muchos habitos del diario vivir) Y, con el ser acostumbrándose a tanto calor, soy de otra época ja ja!!!!
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De lo que si continuo de mis días de vacaciones es con la lectura, aprecio mucho tener en mis manos libros y percibir como desde sus lineas surgen hermosos momentos.
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Y comenzare lentamente a visitaros.
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Agradeciéndoles desde el alma vuestros comentarios en estos días que me ausente del blog.!!!
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Abu
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Gracias Abuela por tu presencia tan positiva y sabia. Va todo mi gran afecto junto con mis palabras......
ResponderEliminarQué magnífica enseñanza.
ResponderEliminarEn la red, alguien me llamó cobarde, porque no respondí a sus insultos. La respuesta es esta.
Muy bonito se lee viendo ésto tan japonesamente.
ResponderEliminarSin embargo resulta de lo más agradable cuando a un bravucón de éstos le parten el hocico para darle una educadita.
Hola.
ResponderEliminarAcabo de descubrir tu blog a través de una amiga y me ha gustado mucho. Me hago seguidora y te invito al mío.
Me encantan éstas enseñanzas. Aportan y enseñan mucho.
Besitos
http://dondelasemocionesnosllevan.blogspot.com.es/
Me alegro mucho de tu vuelta y con este sabio post para reiniciar tu blog.
ResponderEliminarEl anciano creo que obró adecuadamente el que humilla al final será humillado.
Bss y nuevamente bienvenida
Vaya, no soy ese samurai, en absoluto pero pienso igual, le llamo la "técnica del espejito mágico", me limito a colocar un espejo mental entre el ofensor y mi persona, jajjj a veces verbalizo dicho espejito, cuando veo que estan cieguitos y no lo pueden ver, pero todavía les queda el sentido del oído.
ResponderEliminarLindísimas imágenes las del margen, me alegra que lo hayas pasado lindo. Bsss.
Abu Fabuloso estos escritos los años son experiencia y de ello se consigue la templanza y conocimiento de la vida.
ResponderEliminarSaludos desde Abstracción texto y Reflexión
Muy bien venida Abu!!!
ResponderEliminarY empezamos cargada de energía, con ganas de seguir aprendiendo. Y esta muestra de sabiduría, de los mayores, es algo que hay que tener en cuenta, para después no arrepentirse,
Un abrazo y me alegra tu vuelta.
Que bien que estés de vuelta Abu, te echábamos de menos. La historia muy practica y reconfortante. La tendremos en cuenta.
ResponderEliminarYo no tengo la paciencia del viejo, le hubiera cortado en dos al jovenzuelo insolente y pendenciero...jajaja
ResponderEliminarPero lo correcto es lo que hizo el viejo samuray, claro, pero para eso hay que valer o que no tengas mas remedio que callar porque sabes que te haría picadillo...jajaja
Disfruta la vida amiga!
Besos y salud
Bienvenido y bonito cuento oriental que siempre intentan darnos una lección para la vida.
ResponderEliminarUn abrazo:)
Bienvenida Abu! poco a poco se va acoplando una a la realidad despues de pasar unos buenos días.
ResponderEliminarMuy buena la historia, una verdad como una catedral!
Besotes Abu!
Eres verdaderamente un ser especial, te he echado de menos, pero como yo tampoco soporto el calor me alegraba sentirte de vacaciones.
ResponderEliminarCurioso, nosotros aquí con tanto frío.
Preciosa y sabia entrada,... como siempre.
Un abrazo querida amiga.
Tal cual. Gran lección.
ResponderEliminarHOLA!! que placer tenerte de regreso
ResponderEliminarPreciosa entrada
Besos
Hola Abu.
ResponderEliminarMe alegro de tu regreso, gracias por compartir esta excelente enseñanza!!
Un besito.
Has regresado!!!!se te extrañaba de verdad! gran escrito,gran abrazo.
ResponderEliminarBienvenida abuela, te echaba de menos.
ResponderEliminarBesos.
Chary :)
Linda historia, y tal cual, es así, pero cómo cuesta ese autocontrol, ya que es bien sabido que la violencia, engendra violencia...
ResponderEliminarUn cariño y bienvenidaa nuevamente!!!
Adora
Muy cierto, pero cuán dificil controlarse, eh!! ya que es bien sabido que la violencia engendra violenciaa!!
ResponderEliminarun enorme cariño
http://www.labandasiguiotocando.blogspot.com.ar/2013/01/la-ley-de-la-gratitud.html
Abu, bello texto, tus letras son justamente para continuar, con tanta sabiduria por los caminos de
ResponderEliminarla vida. Un abrazo,
HAS DEMOSTRADO, QUE UN DÍA MAS DE VIDA, SIGNIFICA MUCHOS ESCALONES DE SABIDURÍA.
ResponderEliminarUN ABRAZO
Bienvenida Abue, y bienvenidos todos tus escritos.
ResponderEliminarUn gran abrazo.
Pues en ese caso, feliz vuelta a la normalidad y aquí tienes un comentario que tiene la intención de intercambiar pountos de vista contigo y aprender de tí en el momento en que decidas. He leído tu taxto japonés y me resulta rico como mucho de lo japonés que conozco, pero tengo que ceñirme a mi cultura, que es mucha y muy variada porque el tiempo que me queda me obliga a una fuerte selección. Un beso frío de cero grados, que es lio que tenemos por aquí, en >Granada, España
ResponderEliminarDepois de ler esta crónica lembrei-me da Senhora Carminda aqui referida no Lidacoelho
ResponderEliminarUm dia quando alguém a insultou ela respondeu com um sorriso:
- Quem fala mal sua boca suja
Me alegra su regreso Abu. Una historia muy grande, tan grade como catedral.
ResponderEliminarUn abrazo.
mi querida amiga ...gracias por tu visita ,hoy es el primer dia que me levanto del todo despues de tres semanas en cama con una gripe muy mala
ResponderEliminarun abrazo muy cariñoso para ti sin olvidarte.
Marina
Extraordinaria y útil enseñanza. Recuerdo que Mark Twain decía que si uno se rebaja al nivel del estúpido tiene todas las de perder porque allá abajo el estúpido está en su campo y tiene más experiencia para ganar.
ResponderEliminarHola! Me encantó el cuento...y si con los años uno aprende muchas cosas y sobretodo, no enojarse, no pelear, vivir la vida tranquilamente!
ResponderEliminarUn gran abrazo
Cuanta sabiduría en las palabras del anciano.
ResponderEliminarBuen post.
Me quedo en tu blog. te invito a pasar por el mío.
Saludos.
YO SIEMPRE PENSÉ QUE LA ENVIDIA PERTENECE A QUIEN LA SIENTE, NO PUEDE LLEGARTE SI TÚ NI PIENSAS EN ESO.
ResponderEliminarPRECIOSO MENSAJE.
BIENVENIDA DE LAS VACACIONES!!!
BESOS GRANDES.
Es difícil entender el razonamiento del samurai, pero claro que en esos casos hay que ser superior al que ofende, y si respondemos igual, somos iguales.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Abuela, ya se me estaba haciendo largo el periodo vacacional. No es que no quiera que las disfrutes.. pero echaba de menos la alegría de tu mirada
ResponderEliminarBesos
Que bueno... intentaré aplicarme la lección del maestro, un saludo.
ResponderEliminarCuantas veces tenemos que actuar asi para vivir tranquilos, no aceptar insultos ni malas vibras. Amor y Paz. Feliz regreso.
ResponderEliminarHola, Abue:
ResponderEliminarPues sí, vale más la inteligencia que la fuerza, no cabe duda.
Un abrazo.
Una buena leccion tanto para el provocador como para los discipulos.
ResponderEliminarUn abrazo
Así es, no ha que responder al ataque. El atacante se va derrotado.
ResponderEliminarBesoss Marta
Abuela, me alegra tu vuelta. Dicen que un verdadero maestro, es aquel que se levanta sacude sus túnica y sigue adelante. Buena reflexión haber si aprendemos de ella.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Hola Abuela!
ResponderEliminarInteresante artículo y la foto!
Un hermoso día que usted quiera!
Con mucho amor para abrazar!
*ELENA*
Abuela, como siempre, interesantísima esta historia de samurais. Los viejos o ancianos, como se les dice ahora, son la experiencia, la llama del saber y merecen el mayor de los respetos. Encantado de pasar por aqui y saludarla. Besoss.
ResponderEliminarlas vacaciones son asi, me alegro las hayas disfrutado
ResponderEliminarIntensa y reflexiva entrada
Los occidentales somos menos pensantes, tal vez
Abrazo
Hola Abu.
ResponderEliminarPreciosa lección nos dejan tus letras, bueno para encontrar la calma en nuestro interior, algo que estos días buena falta me hace.
Llevo unos días aburrida con mi aparatito, está un tanto rebelde, las publicaciones no salen bien, comentarios no pasan, seguidores me desaparecen, para colmo del poco tiempo que tengo, es el quinto blog esta mañana en el que paso a releer, saludar y dejar un abrazo, y veo que mi anterior comentario no está, y encima de eso se pone la pantalla en negro cuando menos me lo espero.
Pero por encima de todo eso voy a ejercitar el mantener calma, te deseo un buen fin de semana.
Un abrazo.
Ambar.
Que lindo Abu, me has hecho pensar mucho, esta ley de la experiencia es maravillosa, es un precioso relato, gracias, un abrazo feliz,
ResponderEliminarUna preciosa reflexión. La inteligencia tiene la fuerza para vencer al más fuerte.
ResponderEliminarFeliz regreso después de tus vacaciones.
Un cálido abrazo
Aquí está mi niña grande de nuevo!. Y yo tan contenta de volver a leerla!.
ResponderEliminarCómo te he hechado de menos!.
Y además vuelves con las pilas cargadas de filosofía oriental; esa que te enseña y,sin que te des cuenta, penetra hasta el fondo de tu corazón.
Un abrazo.
Feliz retorno, yo tambien me estoy reincorporando, es que hace un calorrr :)
ResponderEliminarUn beso muy grande y muy sabias tus palabras, me gustan mucho.
Abuela Ciber;
ResponderEliminarDe nuevo de visita por tu siempre acogedora casa. Hermosa e inteligente historia. ¡gracias por tus palabras!! y felices vacaciones.
Un fuete abrazo, con cariños:
Nuria.
FELIZ FIN DE SEMANA ...SIEMPRE CON TODO EL CARIÑO bESOSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS
ResponderEliminarMARINA