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Hace un tiempo me puse a observar detenidamente la vida de las hormigas, y confieso que quedé asombrado al verlas trabajar con tanto orden y empeño. Pero una hormiga en particular atrajo mi atención.
Negra y de tamaño mediano, la hormiga llevaba como carga una pajita que era seis veces más larga que ella misma.
Después de avanzar casi un metro con semejante carga, llegó a una especie de grieta, estrecha pero profunda, formada entre dos grandes piedras.
Probó cruzar de una manera y de otra, pero todo su esfuerzo fue en vano. Hasta que por fin la hormiguita hizo lo insólito.
Con toda habilidad apoyó los extremos de la pajita en un borde y otro de la grieta, y así se construyó su propio puente, sobre el cual pudo atravesar el abismo.
Al llegar al otro lado, tomó nuevamente su carga y continuó su esforzado viaje sin inconvenientes.
La hormiga supo convertir su carga en un puente, y así pudo continuar su viaje.
De no haber tenido esa carga, que bien pesada era para ella, no habría podido avanzar en su camino...
¿Captamos la moraleja?
¿Cuántas veces nos quejamos por los problemas, las cargas y las pruebas que debemos soportar?
Pero sin darnos cuenta, esas mismas cargas -bien tomadas- pueden convertirse en puentes y peldaños que nos ayudan a triunfar.
Desconozco su autor
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Negra y de tamaño mediano, la hormiga llevaba como carga una pajita que era seis veces más larga que ella misma.
Después de avanzar casi un metro con semejante carga, llegó a una especie de grieta, estrecha pero profunda, formada entre dos grandes piedras.
Probó cruzar de una manera y de otra, pero todo su esfuerzo fue en vano. Hasta que por fin la hormiguita hizo lo insólito.
Con toda habilidad apoyó los extremos de la pajita en un borde y otro de la grieta, y así se construyó su propio puente, sobre el cual pudo atravesar el abismo.
Al llegar al otro lado, tomó nuevamente su carga y continuó su esforzado viaje sin inconvenientes.
La hormiga supo convertir su carga en un puente, y así pudo continuar su viaje.
De no haber tenido esa carga, que bien pesada era para ella, no habría podido avanzar en su camino...
¿Captamos la moraleja?
¿Cuántas veces nos quejamos por los problemas, las cargas y las pruebas que debemos soportar?
Pero sin darnos cuenta, esas mismas cargas -bien tomadas- pueden convertirse en puentes y peldaños que nos ayudan a triunfar.
Desconozco su autor
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Las llamo lecturas sanadoras ,
sus sentires no agreden,
en un mundo en que las noticias
son siempre negativas,
vale la pena dejarnos unos minutos
fuera de esa vorágine
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La comparto por estar
plenamente de acuerdo
con lo que ella expresa y , su moraleja
Sinceramente estoy bastante cansada,
a esta altura del año,
de la quejas con tan poco fundamento
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Abu
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Totalmente de acuerdo con todas y cada una de tus palabras,abrazo.
ResponderEliminarMuy ingeniosa la hormiga.
ResponderEliminarTambién me gusta observarlas.
Una buena moraleja para tener muy en cuenta. Besos, Abu, feliz semana
Que bonita observación y que buena moraleja la que nos compartes.
ResponderEliminarCierto es que se cansa uno de oír tantas quejas, pero lo peor de todo, cuando son simplezas...
Un gusto leer tu entrada Abu.
Un abrazo.
Me da mucho gusto leerte, Abu, y con la lectura que nos ofrece tan refrescante como esta tarde en que he terminado el regado de mis plantas. Gracias a ti y a la hormiguita.
ResponderEliminarCierto Abu, pero a estas alturas de la vida, yo prefiero caminar sin cargas :)
ResponderEliminarBesos y salud
Eres una gran observadora con una gran sensibilidad.
ResponderEliminarUn abrazo
Todos podemos hacer puentes con nuestras cargas, lo importante es saber atravesarlo y a donde vamos con ellas.
ResponderEliminarUn abrazo Abu.
La mejor manera de llevar una carga es no saberlo, ahí es cuando verdaderamente estamos viviendo en paz, un abrazo Abuela Ciber!
ResponderEliminarHermosa moraleja, a no olvidarla, me encantó.
ResponderEliminarUn gran abrazo desde la distancia
Muy preciosa entrada. La queja no sirve para nada. Y sí, muy de acuerdo en darle utilidad a la carga, para algo mejor.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, con anís de cariño.
Es aquello de convertir una debilidad en una oportunidad.
ResponderEliminarSí.
Suele funcionar.
Besos.
Que tengas un bello fin de semana
ResponderEliminarBesos
Las cargas bien llevadas son menos pesadas, con lo cual hay que aprender a saberlas llevar con una buena sonrisa.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola querida Abuela!
ResponderEliminarHermosa povestiora diligencia hormiga!
Les deseo un fin de semana agradable y agradable!
Besos, abrazos y gracias por su visita!
Observando a los hormiguitas se puede aprender mucho.Son trabajadoras,organizadas,colaboradoras y muy listas.Cuando voy al campo me gusta observarlas.
ResponderEliminarLa lección de hoy es ejemplar.
Un abrazo y feliz fin de semana