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Era un viejo cacique indio: alto, musculoso, de melena tirando a gris y de plumas rojas bajo la vincha.
La india que compartía su toldo le había dado varios hijos varones seguidos y recién al final, una hija, la cual fue criada como una princesa, salvaje, es cierto, pero con mimos de princesa.
Al llegar a los quince años, esta se enamoró del hijo del cacique de la tribu vecina que era enemiga, y como por las leyes indígenas no podían unirse en m matrimonio, se unieron ellos por voluntad de amor ante el máximo sacerdote de sus creencia primitivas, que era el Sol.
Y la princesa, así, desapareció del toldo, o sea del hogar, pues el hijo del cacique, huyendo a su vez de los suyos, le había llevado lejos.
El padre de la joven, desesperado, salió con un grupo de guerreros a rescatar a su hija. En su busca cruzaron bosques, ríos, arroyos, escalaron serranías, andando durante meses bajo las lunas blancas.
Pero llegó el invierno, y los guerreros creyendo que el cacique había enloquecido de dolor y creyendo a la vez que la princesa no iba a ser hallada, lo abandonaron.
Continuó el viejo cacique la búsqueda el solo; pero ya no era el jefe, el tubichá, quien lo sostenía en su intento, sino su amor de padre.
De tiempo en tiempo se detenía y apoyaba una de sus orejas en la tierra, siempre en la esperanza de oír, a lo lejos las pisadas de la princesa buscada.
Así pasó el invierno. Al llegar la primavera, los guerreros partieron en busca del cacique y luego de mucho andar lo hallaron muerto.
Al intentar levantarlo, notaron que una de sus orejas estaba unida a la tierra como con raíces.
Con cuidadoso esfuerzo lo levantaron, pero la oreja quedó unida al suelo.
Y de esa oreja nació una plantita que fue creciendo, creciendo hasta convertirse en un grande y hermoso árbol al que pusieron nombre de Timbó; y ese árbol tiene las semillas con la forma de la oreja humana de color oscuro, como fue la oreja del viejo indio, que murió pegada a su cabeza a la tierra en la esperanza de oír los pasos de la hija que volvía.
La india que compartía su toldo le había dado varios hijos varones seguidos y recién al final, una hija, la cual fue criada como una princesa, salvaje, es cierto, pero con mimos de princesa.
Al llegar a los quince años, esta se enamoró del hijo del cacique de la tribu vecina que era enemiga, y como por las leyes indígenas no podían unirse en m matrimonio, se unieron ellos por voluntad de amor ante el máximo sacerdote de sus creencia primitivas, que era el Sol.
Y la princesa, así, desapareció del toldo, o sea del hogar, pues el hijo del cacique, huyendo a su vez de los suyos, le había llevado lejos.
El padre de la joven, desesperado, salió con un grupo de guerreros a rescatar a su hija. En su busca cruzaron bosques, ríos, arroyos, escalaron serranías, andando durante meses bajo las lunas blancas.
Pero llegó el invierno, y los guerreros creyendo que el cacique había enloquecido de dolor y creyendo a la vez que la princesa no iba a ser hallada, lo abandonaron.
Continuó el viejo cacique la búsqueda el solo; pero ya no era el jefe, el tubichá, quien lo sostenía en su intento, sino su amor de padre.
De tiempo en tiempo se detenía y apoyaba una de sus orejas en la tierra, siempre en la esperanza de oír, a lo lejos las pisadas de la princesa buscada.
Así pasó el invierno. Al llegar la primavera, los guerreros partieron en busca del cacique y luego de mucho andar lo hallaron muerto.
Al intentar levantarlo, notaron que una de sus orejas estaba unida a la tierra como con raíces.
Con cuidadoso esfuerzo lo levantaron, pero la oreja quedó unida al suelo.
Y de esa oreja nació una plantita que fue creciendo, creciendo hasta convertirse en un grande y hermoso árbol al que pusieron nombre de Timbó; y ese árbol tiene las semillas con la forma de la oreja humana de color oscuro, como fue la oreja del viejo indio, que murió pegada a su cabeza a la tierra en la esperanza de oír los pasos de la hija que volvía.
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Después de haber colocado un post sobre problemas ambientales, me pareció apropiado elevar algo que tenga que ver con la naturaleza y, la leyenda del Timbó, hermosisimo arbol de estas zonas, me parecio correcto.
Que tengan buen fin de semana !!!
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Abu
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Que tengan buen fin de semana !!!
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Abu
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Abu , hermosa leyenda , hermoso árbol y hermosas las flores que adornan la cabecera de tu blog...besos Elba
ResponderEliminarMuy buena elección despues del tema climático.
ResponderEliminarMe encantó el color verde que destella tu alma.
Cálido abrazo
Jo que triste y a la vez bella leyenda, no tenia ningun conocimiento del árbol, ni de ella...
ResponderEliminarPrecioso gracias
Muy linda esta historia, abuela Ciber. Feliz fin de semana.
ResponderEliminarBesos.
No conocía la leyenda, me ha gustado mucho. Aunque me da pena de que terminase así, en lugar de hablar y aclarar las cosas y arreglarlo todo...
ResponderEliminarBesos.
Y yo pego mi oreja al suelo. Me llegan, desde América, los sonidos de los pasos de gente maravillosa, como tu, Abu.
ResponderEliminarAyer, en mi blog, alguien me llamó Abuela Ciber. Y, pensé para mi "ya quisiera".
Que bellísima leyenda! Me encantó Abue. ¿ sabes? me recuerda a los cuentos de hadas que leía de pequeña.... Me encanta el árbol, es precioso con sus flores...Aquí Abue, estamos en el otoño, una dulce estación de nostalgia por el tiempo que se ha ido...Abue, me encanta todo lo que nos cuentas y con la delicadeza que lo escribes.Te deseo un fin de semana muy bueno en compañía de tus seres queridos. Disfruta de esos maravillosos días de primavera.Un fuerte abrazo.Angela
ResponderEliminarAbu no se que me ha pasado he hecho un comentarios que se me ha cruzado con otro blog, he tenido que cancelarlo y me he hecho un lío de los demonios, te decía en él que es una leyenda preciosa y que no conozco este precioso árbol. Besitos.
ResponderEliminarque bella leyenda! gracias por compartirla... que tengas un hermoso fin de semana.. besote grande..
ResponderEliminarPRECIOSISIMO RELATO, NO LO CONOCIA, Y ME PARECIO SUPERAPROPIADO ES VERDAD¡¡
ResponderEliminarUN BESO ABU , FELIZ DIA PARA EL DOMINGO
Preciosa historia Abu, y el árbol magnifico. El hombre y la Naturaleza fundidos en uno, bellisimo.
ResponderEliminarBesinos.
Hola Abuela Cyber:
ResponderEliminarComo todas las leyendas antiguas, esta que nos presentas tiene una gran carga emocional...
La curiosidad de la forma de la semilla, la lucha del padre desesperado, el amor joven...
en todas ellas siempre encontramos mensajes que nos hacen pensar...
¡Menos globalización!
¡Más leyendas!
Un feliz fin de semana,
Luis
Si es que ya se sabe por el dicho: "Cría hijas y te dejarán sin oreja"
ResponderEliminarMe lo acabo de inventar pero no deja de ser un dicho, mio, pero un dicho al fin y al cavo...jajajaja
Besos, salud, y buen finde!
Preciosa historia nos has regalado Abu.
ResponderEliminarQue tengas un muy lindo fin de semana.
Muchos besos.
Que bonito conocer cosas como las que has puesto de ese árbol Timbo,son formas de conocer a la naturaleza desde tu casa.
ResponderEliminarUn abrazo abu.
Las leyendas ponen sentido a la naturaleza y la vida. Un abrazo
ResponderEliminarHermosa leyenda sobre un árbol desconocido para mi, por lo que he aprendido algo nuevo como cada día que visito a mis amigos. Tiene que ser un árbol mágico porque en sus raíces lleva impregnado el aroma del amor paterno. Gracias por compartirla. Un abrazo y feliz fin de semana para ti también Abu.
ResponderEliminarHola Abu! Es lo más lindo que he visto, el árbol un símbolo del amor del padre.
ResponderEliminarBesos y buen fin de semana
Preciosa leyenda cargada de fantasía para explicar una morfología que la naturaleza repite en el hombre y en el timbó... la oreja.
ResponderEliminarUn abrazo y buen fin de semana
No conocía esta leyenda. Me ha gustado. Muy interesante. Besos.
ResponderEliminar¡Cómo me gustan estas leyendas, Abue!
ResponderEliminarGracias por compartirla!
Que tengas un buen fin de semana!!
Besotes!!
Me encantó la leyenda, eso nos falta no relacionamos la naturaleza con nosotros, con nuestra historia, como si algo o alguien (el dinero tal vez) hubiera cortado nuestras raíces. Y estamos llenos de leyendas...por eso nadie entiende que los mapuches en Chile luchen por recuperar sus tierras que es donde yacen sus antepasados, a la gente le da igual, pues no se conectan con la tierra como ellos.
ResponderEliminarGracias por enseñarnos tan sabia leyenda.
besos mil Abu
Hermosa leyenda !! buen fin de semana...Besos
ResponderEliminarSiempre es interesante cómo nuestros ancestros le buscaron explicación a todos lo que encontraban en la naturaleza y esta leyenda es ejemplo de ello. Precioso Abu. Feliz fin de semana para ti también y te iformo que tienes un premio en mi blog que me fue concedido y que te lo paso a ti ahora también. Besos.
ResponderEliminarHola querida abu, como estas?
ResponderEliminarhace tiempo no entraba en este mundillo de los blogs, bonita leyenda la del Timbó.
Feliz semana amiga
hola abu!no la conocía ..muy hermosa...gracias por compartir.
ResponderEliminarcuidate muchooo.
besotes.
silvia cloud
Que hermoso Abu! me encantò! Feliz Dia ! besosss
ResponderEliminarAbu...
ResponderEliminarEs un leyenda preciosa y que árbol tan bello y majestuoso. Timbó. --- No sabía de este árbol que maravilla de la naturaleza.
Te doy las gracias por permitirme soñar con tu encantadora leyenda.
Gracias,
Chuta
Que bonitas que son las leyendas Abu!
ResponderEliminarBesitos,