DE EXPLORACIÓN POR PAÍSES LITERARIOS
Territorios de ficción, ciudades de la mente. La lectura es el único medio de penetrar en esos otros países que no pueden encontrarse en el mapa
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No hay líneas directas para acceder a ellos y no tienen fronteras donde sellar los pasaportes. Para abrirse paso hacia su interior se requieren otras mañas: hay que conocer las contraseñas secretas, leer las líneas mágicas que los conjuran. Pero una vez conseguimos que se desplieguen ante nosotros, puede parecernos que sean tan o más reales que cualquier país de tierra y carne y piedra. Son, no obstante, países de papel.
Su geografía es vastísima y no cabría en un Atlas cualquiera, pero algunos de ellos destacan por su intensidad, su viveza, la verdad que propalan…Tanto que hay de ellos cartografías, lenguas y hasta ensayos o crónicas de viajes
En muchos casos podrían verse como trasuntos estilizados o desfigurados de lugares reales. La Yoknapatawpha de William Faulkner podría ser el caso más famoso: un condado del profundo sur americano, poblado por descendientes de esclavos negros, granjeros míseros y terratenientes arruinados tras su derrota en la Guerra de Secesión.
Pero la literatura castellana también tiene varios celebrados países imaginarios: la Región de Juan Benet, que podría asemejarse a alguna comarca norteña y boscosa de León, pero con sus perfiles misteriosos y simbólicos más acusados, el Macondo de García Márquez, hundido en la selva, rodeado de pantanos y frecuentado por gitanos errantes o la portuaria y tabernaria Santa María de Juan Carlos Onetti, con ciertos aromas a Río de la Plata.
La emergencia de la encantada Obabakoak de Bernardo Atxaga sería uno de los últimos ejemplos de región de tinta, en este caso de la literatura en euskera.Son sólo ejemplos señeros de uno de los desafíos más serios para muchos escritores de raza: construir sus propios territorios. Algunos lo logran en una cuartilla, como Ítalo Calvino en Las Ciudades Invisibles, otros pueden requerir una novela entera, como en sucede con el inolvidable país de Marina que se extiende Sobre los Acantilados de Mármol de Ernst Jünger, y para unos terceros puede ser la tarea de una vida entera.
Esto último parece pronunciarse cuando el autor no sólo recrea, elabora o destila libre y fabulatoriamente rasgos de un mundo real, sino que busca erigir un completo y totalmente nuevo espacio fantástico, poblado por seres y arquitecturas sin correlato en la tierra que conocemos. Posiblemente no haya muestra más conocida y manoseada que la Tierra Media de Tolkien, aunque sea un esfuerzo recurrente en los géneros de la Ciencia Ficción o la Fantasía Heroica, como el planeta Hyperion de Dan Simmons o el moribundo mundo de la saga de Elric de Melniboné de Michael Moorcock.Cualquiera de ellos reserva sus enigmas, bellezas y zozobras para quien guste de recorrer la senda que franquea sus puertas y sin tener que levantarse del sillón de casa.
(web)
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En mis años juveniles viajaba con Salgari en un sin fin de aventuras, y con el sin igual Julio Verne fui a la luna, al centro de la tierra, circunvale el globo y tantas más.
Luego se crece y parece como que esas fantasias son solo para pequeños, y surgen titulos como los enumerados anteriormente, no tengo la suerte de haberlos leido todos.
Un dia aparecio en mis manos un libro que hablaba de hombrecito, y luego la trilogia del anillo, que despues paso al cine. Se dice primero leer el libro y luego ver la pelicula no???
Es un pequeño comentario que lo lei y desee comentarlo con ustedes.
Abu.
Hola!
ResponderEliminarHacia tiempo que queria pasar a saludarte, y como casi todo lo que se desea con bien llega, aquí estoy.
Salgary...Verne...jajaja Fueron tambien compañeros mios de juventud, claro, te llevo un año, y por muchísimos mas, te lo llevaré.
Volveré.
Salud, Genín
Abu fui de chica un ratoncito devoraba todo lo que estaba a mano, asi como la colección Robin Hood, con toda la saga de Mujercitas, Los piratas del caribe, leía además los libros de mi papá, Luz en el alma de S. Moghan, El conde Montecristo, Los miserables, una incríble mezcla que influyó mucho después en mi deseo de estudiar letras.
ResponderEliminarBesos amiga
genial abuela!! qué pena de los que no saben leer..hemos conocido tantos lugares (reales y ficticios) entre las letras!! esos países tan exóticos, las islas imaginarias... genial !!!!!!
ResponderEliminarAprovecho para felicitar a los andaluces que pasen por aquí, alos que parlan en catalá con el corazón verdi-blanco, a los andaluces que emigraron a tantos sitios "pa buscarse las papas".. que algún día vuelvan, los esperamos..."::ANDALUCES, LEVANTÁOS PEDID TIERRA Y LIBERTAD!!"
Asi es abu. Pero debo confesar, El señor de los anillos no lo leí.Siempre me incliné mas por libros de historia, quizá eso marcó mi camino para ser profesora.
ResponderEliminarDe literatura, el primer libro que lei fue: "Mi planta de naranja lima". Ese primer libro me enseño un mundo nuevo.
Abrazos enormes abu. Hoy me hice nuevamente los estudios para mi "problema", esperemos salga tod bien
Estoy de acuerdo contigo, primero el libro y después la película.
ResponderEliminarYo particularmente leo mucho, me encanta y me falta tiempo para hacerlo más.
Un besito Abu
Yo leo mucho ,más que mucho ,no puedo vivir sin un libro.Termino uno y empiezo otro.Cuánto enseñan los libros !,a expresarse ,buena ortografía , a conocer países reales e imaginarios ,personas y personajes y mucho más .Eso sí también prefiero leer primero el libro y después ver la película..Cariños...
ResponderEliminarHola abuela,
ResponderEliminarTambién leí Julio Verne, pero recuerdo que el primer libro que leí y me encantó, fue La Cabaña del tío Tom, luego empecé con la Colección para niñas como Mujercitas, Sissi, Sissi Emperatriz y Los jóvenes años de una reina.
Al hacerme mayor ya cambié y empecé con las hermanas Bronte, "Cumbres Borrascosas".
Leer es muy bonito, abuela.
Besitos